"E pur si muove" es una frase atribuida legendariamente a Galileo Galilei. Se traduce como «Y sin embargo, se mueve» y se dice que la pronunció tras abjurar de la visión heliocéntrica del mundo ante el tribunal de la Santa Inquisición. Desde un punto de vista simbólico sintetiza la cabezonería de la evidencia científica frente a la censura de la fe, la quintaesencia de la rebeldía del científico ante las convenciones por autoridad. Siempre ha llamado la atención, a profanos y científicos, el fenómeno de las piedras que se mueven “solas” en los desiertos americanos. En agosto de 2014 Richard Norris, James Norris, Ralph Lorenz, Jib Ray y Brian Jackson, publicaron un estudio que da una explicación sólida al fenómeno de las piedras que se mueven solas, dejando un surco en la arena del desierto, cuya fotografía encabeza esta reflexión. Estos investigadores llegaron a la conclusión de que se tienen que producir una serie de condiciones para que las rocas se muevan. Deben de estar